Capítulo 52 La visita de Atenea

El corazón de Isabella latía con fuerza mientras procesaba la escena ante ella. Allí, acunada en los brazos de la etérea diosa, estaba su preciosa Amanda, brillando suavemente en el aura dorada que las envolvía. La serena belleza de Atenea, con sus túnicas fluidas y sus ojos sabios y conocedores, ll...

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