Capítulo 130

La piel de Ronald estaba cálida y suave, tan delicada como la seda más fina.

El corazón de Elsie volvió a acelerarse. Rápidamente retiró su mano, mirando a Ronald como una ladrona culpable.

Afortunadamente, él seguía dormido.

Elsie se levantó de la cama en silencio y caminó hacia la ventana, apar...

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