Capítulo 289

La oficina de Ronald tenía una vista perfecta de la ciudad a través de sus enormes ventanas de piso a techo, el paisaje nocturno se extendía como un mar reluciente.

Las luces de la ciudad parpadeaban como olas, pero a él no le importaba en absoluto la vista.

Recostado en su silla de cuero, sus lar...

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