Capítulo 54

Zade

Miré a Alexa, que yacía en mi cama profundamente dormida, y mi corazón se llenó de emoción.

Estaba conmigo, a salvo y lejos del peligro.

Estaba enojado conmigo mismo por no haberme dado cuenta de que ella no era la que había estado conmigo los últimos días.

También estaba enojado porque fui...

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