Capítulo 31: Estoy mojado

Capítulo 31: Estoy Mojado

Lucien

—¡Dame una maldita razón para acabar contigo aquí mismo! —gruñí, con mi pistola aún apuntando al patético pretexto de guardaespaldas que tenía delante.

La gente a nuestro alrededor gritaba, pero no me inmuté por sus movimientos. Domino jadeaba y arañaba mi mano, s...

Inicia sesión y continúa leyendo