Diez

Elena

Mis dedos rozaron el lienzo manchado y, casi instantáneamente, sentí dolor. Me agarré el pecho, jadeando por aire.

Nunca me había pasado algo así antes. ¿Qué era ese olor? Me golpeó con todos mis sentidos. Mi corazón latía rápido; no podía respirar, y antes de que pudiera hablar, todos mis sen...

Inicia sesión y continúa leyendo