Ocho

Elena

Al salir, me miro en el espejo para asegurarme de que mi cabello y mi atuendo estén en buen estado. Asiento con la cabeza, tratando de darme valor. Sería difícil trabajar con Luca y tener que ver sus caras y las de Antonio todos los días. No voy a dejar que ese cheque gordo se me escape.

Sal...

Inicia sesión y continúa leyendo