35- Cuando las cosas están cerradas, se abren

Aisha se despertó sintiendo que el mundo había implosionado a su alrededor y que no tenía sentido tratar de fingir lo contrario. Como siempre decía Imset, no le haría ningún bien. Qué irónicas le parecían ahora esas palabras.

Todo dolía en oleadas, todas fluyendo desde el punto focal en su pecho....

Inicia sesión y continúa leyendo