28. UN ASUNTO ESCANDALOSO.

—¿Cómo te sientes?

Olivia mantenía el teléfono frente a ella, donde podía ver a su tía con las piernas cruzadas y su habitual sonrisa característica en el rostro. —Sabes que si no me llamas, lo haré yo— susurró Agatha, y la culpa recorrió las venas de Olivia.

—He estado ocupada, ma. Lo siento— Su ...

Inicia sesión y continúa leyendo