45. LAS CONSECUENCIAS.

Un paralelismo desgarrador ocurrió cuando Olivia deslizó sus dedos entre los frágiles de su tía. Una mano que una vez estuvo llena de vida mientras caminaban por esa entrada, ahora estaba flácida y tierna, suave con las puntas de los dedos volviéndose azules.

O moradas, Liv no podía distinguir bien...

Inicia sesión y continúa leyendo