Capítulo 264 ¿No me crees?

Emily se apartó de la mesa, sus ojos brillaban con decepción y enojo.

—Señor Rivera, pensé que era usted un maniático del orden. ¿No se supone que tiene buen olfato para las mujeres? Si ni siquiera puede distinguirnos, entonces supongo que todos los hombres son poco fiables.

—Emily, créeme. Ya te ...

Inicia sesión y continúa leyendo