Capítulo 305

Julian sostenía una elegante bolsa de comida para llevar.

Louisa, que había estado demasiado hambrienta para hablar, se iluminó instantáneamente cuando Julian le entregó la bolsa. Sus ojos brillaron como estrellas. —¿Es pastel de nuez?

Miró a Julian con deleite. —¿Es para mí?

—Sí —respondió Julia...

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