Capítulo 34

Flora y Sadie siguieron la mirada de Louisa hacia Julian, notando inmediatamente dónde se había fijado su atención—en sus manos que aún descansaban posesivamente sobre el cuerpo de Louisa.

Aunque no dijo nada, su fría y barrida mirada les envió hielo por las venas, y retiraron sus manos en perfecta...

Inicia sesión y continúa leyendo