Capítulo 224

Me encontré en un rincón tranquilo con Alex, finalmente lejos de la tensión sofocante de esa habitación.

—Qué perra de mierda —murmuré, las palabras crudas salieron antes de que pudiera detenerlas—. Te juro, al salir hoy, debí haber pisado cada pedazo de mala suerte posible.

El rostro de Alex esta...

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