Capítulo 184

—Diana, está bien, soy yo— susurró Stanley urgentemente en su oído, tratando de despertarla.

—Aléjate, no me toques— lloró suavemente, lágrimas corriendo por sus ojos fuertemente cerrados, empapando la funda de la almohada.

—¿Fue ese sueño otra vez?— preguntó Stanley, un destello de culpa cruzando...

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