Capítulo 384

Stanley giró la cabeza ligeramente, captando un destello fugaz de travesura en los ojos de Diana. Levantó una ceja, señalándole que continuara.

—Está bien, no lo admitas. Hay muchos chicos por ahí; no necesito indagar en tus secretos.

Sus palabras, con una ligera inflexión ascendente al final, lle...

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