Hogar, dulce hogar

—Aquí está... mi humilde morada. Bree abrió la puerta de su pequeño apartamento de una habitación y se hizo a un lado para que Trent pudiera entrar con su equipaje. Estaba un poco avergonzada por lo diminuto del lugar, pero Trent sonrió y asintió mientras entraba.

—Es muy lindo, Bree. Me gusta cómo...

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