INCREÍBLE (SEGUNDA PARTE)

—Oh mierda—dijo Alex, sorprendido al encontrarse mirando y avergonzado—. No pensé que hubiera alguien en casa.

Intentó cubrir torpemente su erección con las manos, sin querer incomodar a Darien, y de repente sintió el calor en su cuerpo, haciéndolo casi gemir. Pero se mantuvo tranquilo, claramente ...

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