Capítulo 50

Florencia.

Por un momento, no escuché nada excepto el fuerte torrente de sangre corriendo hacia mis oídos. Mi corazón latía con fuerza bajo mi pecho y con cada respiración que tomaba, sentía que iba a explotar. Dada la situación, explotar en este momento ya no me parecía una mala idea. Miré fijamen...

Inicia sesión y continúa leyendo