18. Te protegeré

—Eres demasiado ingenua, Angel...— Erick miró de cerca el rostro de Angel, quien aún dormía profundamente. La chica debía estar muy cansada después de su unión, especialmente cuando parecía que nunca podía detenerse cada vez que obtenía placer del cuerpo de Angel.

—No deberías confiar tan fácilment...

Inicia sesión y continúa leyendo