9. La extrañeza dentro de Angel

—Eeenngg...—Angel se estiró con los ojos aún cerrados, extendiendo los brazos. Sentía cada músculo de su cuerpo rígido, tan cansado y pesado que apenas podía moverse. Sin embargo, una repentina sensación de alerta le obligó a abrir los párpados.

Angel permaneció en silencio por un momento, parpadea...

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