Capítulo 98

Pasé la mañana de un lado a otro en mi habitación como un animal enjaulado. Cada vez que cerraba los ojos, veía el rostro de Alexander en ese momento antes de besar mi frente —la intensidad en sus ojos dorados, la forma en que mi corazón se aceleró cuando tocó mi mejilla. Y luego la aplastante ola d...

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