Capítulo 27

Me desperté de un sobresalto gracias a la puerta del dormitorio que se abrió de golpe y me golpeó las piernas —sé que eso me va a dejar un moretón.

Pero lo que me alertó instantáneamente fue el sonido de una mujer riendo.

—Sé un amor y cierra la puerta ahí abajo, ¿quieres?— La voz ronca y lasciva ...

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