Pared de almohada.

El Inframundo estaba tranquilo por la mañana, si es que se le podía llamar mañana aquí abajo. No había sol, solo un tenue cambio en el resplandor del reino, como si la propia luz aún estuviera medio dormida. Yo no lo estaba. Llevaba horas despierto, mirando la ridícula pared de almohadas entre nosot...

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