Epílogo: Al filo del mañana

Macey

El río corre tranquilamente esta noche. No está quieto, pero suave, la corriente susurra sobre las piedras en un ritmo que he aprendido tan bien como mi propio latido. Cada onda lleva un alma a casa, y cada destello de luz en su superficie me recuerda que la paz es posible, incluso aquí. ...

Inicia sesión y continúa leyendo