14. «¿Solo la propina?»

La mano que aprieta mi muslo se tensa, los dedos se clavan dolorosamente en mi piel, mientras la otra parece lista para moverse hacia mi entrepierna... Sin embargo, agarro su muñeca y la empujo a un lado, sorprendiéndolo.

Por un momento, creo ver frustración en sus ojos, pero no puedo pensar con cl...

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