9. Encaje y negación

—¿Qué?!— Mi voz sale más fuerte y aguda de lo que me gustaría. —¡No!—

Trago saliva ante la insinuación de una sonrisa pretenciosa que él muestra, complacido con mi reacción, y aclaro mi garganta, añadiendo en un tono más calmado —No hay necesidad. No necesito tu ayuda.—

Cruzo la habitación, agarrand...

Inicia sesión y continúa leyendo