22. El depredador juguetón

ALLISON.

Me quedé allí, completamente sin palabras, mientras la realidad de la situación me golpeaba como una tonelada de ladrillos. Era como si el destino estuviera haciendo una broma conmigo, una que nunca pedí. A pesar de la falta de luz en este pasillo y el hecho de que la única fuente de luz e...

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