32. La bienvenida a Missouri

River arqueó una ceja y me ofreció un plato de cortes de queso y salami.

—No me importa si lo hago —murmuré, alcanzando una rebanada de salami.

Delicioso.

River me observaba atentamente mientras comía, su sonrisa se suavizaba en algo casi... tierno. —Estás haciendo que eso parezca delicioso —murm...

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