[7] Pídeme que te parta en dos

Ripley se levantó con una sonrisa y Bryer se odió por ceder a ese hombre que la dejó temblando en la cama. Estaba demasiado excitada para preocuparse por eso, y cuando el hombre alcanzó un condón y se cubrió el pene, tiró de sus caderas y le alzó el culo para introducirse de un empuje. Bryer curveó ...

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