[80] ¿Qué mierda?

Ripley dejó el teléfono en la mesa de la cama y apretó la cadera de la mujer. Ripley intentó buscar otra como ella, pero las mujeres que llevó todo ese tiempo a su cama, no eran ni un porciento lo que fue su mariposita.

—Vete —dijo Ripley cuando acabó en su culo y lo palmeó para que se levantara y ...

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