Capítulo 37

Rayna

Sabía que ese tonto se lo creería. Después de la cena me dirigí a nuestra habitación, me duché y me vestí. Estaba sentada en el sofá de la habitación esterilizando las agujas de acupuntura cuando escuché un golpe en la puerta. La abrí y Vanessa estaba allí.

—Señora, Rob está en la oficina de...

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