Capítulo 40

Rayna

Caminé hacia la entrada y me senté allí. Estaba enojada, pero estaba enojada conmigo misma por esto. Por permitirme amar y preocuparme. ¿A quién estaba engañando? Nadie podría ni querría amarme de verdad. Este era su plan desde el principio. Me quedé allí aturdida, no iba a llorar, no ahora, ...

Inicia sesión y continúa leyendo