Capítulo 53

Caleb

La llamada seguía y Catherine estaba gritando como loca. La volteé sobre sus manos y rodillas y me hundí en su calor húmedo.

—Oh dios, tan bueno. Más fuerte, más profundo por favor, Caleb. Te necesito— gimió, sus manos deslizándose bajo su cuerpo mientras frotaba su clítoris. Sabía que esto ...

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