Capítulo 35

Sus dedos se deslizaron dentro de mis pliegues hinchados, provocando fuegos artificiales en mi cuerpo. Me aferré a sus hombros. Mis uñas se clavaban en su piel, pero no podía evitarlo. Me estaba tocando. Su boca se movió hacia mi oído mientras me besaba y su respiración pesada me hacía cosquillas en...

Inicia sesión y continúa leyendo