Capítulo 37

Durante la cena, las otras damas en la mesa me mantuvieron ocupada en sus conversaciones queriendo saber qué hacía y dónde había crecido. Les respondí tan amablemente como pude. Después de la cena, Daniel quiso bailar, así que accedí. No había bailado en mucho tiempo.

—¿Jae?

—Sí, princesa.

—¿Por q...

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