52. La trampa (1)

—Y...—empezó Reya, entrando en pánico como un conejo salvaje atrapado en una maraña.

Dio el paso más pequeño hacia atrás, esperando con toda su existencia que el Príncipe Armani no notara su sutil retirada.

—¿Tú?—replicó él, arqueando una ceja irritada.

—Y-Yo puedo explicar—tartamudeó ella, dando...

Inicia sesión y continúa leyendo