Capítulo 136

ARIA

La primera nieve de la noche cayó tan suavemente que casi la pasé por alto—pequeños copos flotando frente a nuestro balcón como ceniza sacudida de un cielo tranquilo. Dentro, nuestro apartamento vibraba con paz: el hervidor murmurando, el tic-tac del reloj de pared, risas tenues desde el comed...

Inicia sesión y continúa leyendo