Capítulo 141

Comenzó con un susurro.

No en mis sueños, no a través de las visiones de Rosalie, sino en la quietud despierta de la guardería, donde solo deberían existir las suaves respiraciones de mis hijos. Matteo dormía en mis brazos, su cabello negro húmedo por el sudor de la lactancia, mientras Leon descans...

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