Capítulo veintinueve

EL AGUA CALIENTE ERA SUFICIENTE para hacerme olvidar que estaba de pie en la ducha de un viejo motel, lavándome el cabello con un champú que apestaba a lavanda falsa. En todo el compacto baño, solo había seis cosas: el lavabo, el inodoro, la toalla, la ducha, su cortina y yo.

Yo fui la última en en...

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