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—Señorita Hamilton, bienvenida –la saludó Maggie al verla bajar de su auto. Marissa caminó con paso elástico a la entrada de la mansión.

—Me dejaste preocupada, Maggie –dijo Marissa, entrando—. ¿Dónde está Diana?

—En su estudio. No ha salido de allí en días.

—¿Ni para comer? –Maggie sólo apretó sus ...

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