Capítulo 33 Cuando los acosadores se inclinan

—Mis padres llegarán en cualquier momento— me siseó Jason, con los ojos entrecerrados. —Vas a arrepentirte de haberme tocado, maldita loca.

No me molesté en levantar la vista del teléfono. —Estoy deseando conocerlos.

Jason soltó otro gemido exagerado. —¡Dios mío, duele tanto! El entrenador estaba ...

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