Capítulo ciento trece.

Cada segundo que pasaba se sentía como una eternidad, el silencio en la oficina amplificando su inquietud.

Arjun no era un hombre al que se pudiera abordar a la ligera, y ella sabía que la conversación que se avecinaba sería cualquier cosa menos fácil.

Apretando sus manos en su regazo, miró la pue...

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