Capítulo doscientos diecinueve.

—No puedo, Meera —dijo Siddhartha, con voz suave pero firme.

Meera frunció el ceño. —¿Por qué no?

—Porque no sé cómo —admitió con un encogimiento de hombros—. Y aunque supiera... enseñarte a ti? Mi Bhai me mataría en el acto.

Meera suspiró, mordiéndose el labio inferior con frustración. —Claro qu...

Inicia sesión y continúa leyendo