Capítulo doscientos cuarenta.

Para cuando ella regresó, Arjun ya había recogido la pequeña bolsa de lujo que contenía sus anillos. Giró la cabeza justo cuando ella se acercaba, y su expresión cambió al verla.

Los pasos de Meera eran más lentos ahora, vacilantes, y sus ojos parecían distantes.

—¿Estás bien?— preguntó Arjun, obs...

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