Capítulo doscientos setenta y tres.

Sus palabras cortaron el aire, agudas, pero nunca terminó.

—¿Está loca? ¿Pelear por mí? ¿Emocionante? —especuló Meera.

La furia de Meera surgió, quemando el miedo y el mareo. Sin pensar, abofeteó a Suhana con fuerza en la cara.

—¡No soy como tú! —pensó Meera con amargura mientras Suhana retrocedí...

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