Capítulo doscientos setenta y cinco.

El pecho de Meera subía y bajaba mientras sus ojos se movían rápidamente de la pistola de Shaurya apuntando a Arjun, cada músculo de su cuerpo tenso pero vacilante.

Sabía por qué.

Porque un movimiento en falso podría significar perderla.

Su mirada se cruzó con la de Arjun al otro lado de la habit...

Inicia sesión y continúa leyendo