Muy bien

Gigi avanzó mientras se ajustaba el abrigo. Su cabello se erizaba por el frío, pero no lo dejaba notar. De vez en cuando, lanzaba una sonrisa seductora al hombre sentado frente a ella.

No le afectaba en absoluto.

Lo que la hacía preguntarse—¿qué quiere él?

Los hombres solían llamarla fácilmente. ...

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