Durmiendo con él

—Remi...—llamé, con voz baja, inseguro.

—Es solo que—se detuvo, sus manos temblando contra los bordes de la manta.

Y luego se rompió.

Un sonido suave y doloroso salió de ella mientras enterraba su rostro en sus manos. Sus hombros temblaban. El fuego crepitaba suavemente detrás de nosotros. Afuera...

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