Enamorarse de él

El silencio era insoportable.

Él estaba junto a la chimenea, hurgando los troncos como si lo hubieran ofendido personalmente.

Yo me quedé quieta, envuelta en la manta que me había dado. El calor de las brasas titilaba por la habitación, pero no era suficiente. No para lo que yo sentía. Vergüenza. ...

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